Introducción

El Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono, como su propio nombre indica se creó a consecuencia de las evidencias científicas sobre el impacto de ciertas sustancias antropogénicas cuya emisión a la atmósfera tienen sobre la capa de ozono. El convenio se firmó en 1985, entrando en vigor en 1988 y cuya ratificación mundial se alcanzó en 2009.

El Convenio se crea en virtud de los principios establecidos en la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (CNUMAH), especialmente con el de que “los Estados tienen el derecho soberano de explotar sus propios recursos en aplicación de su propia política ambiental y la obligación de asegurar que las actividades que se lleven a cabo bajo su jurisdicción o control no perjudiquen el medio de otros Estados o de zonas situadas fuera de toda jurisdicción nacional”.

Este asentó los principios necesarios para que en el posterior Protocolo de Montreal se establecieran las medidas concretas para su protección. Porque para aquel entonces ya era evidente que la modificación de las características físicas y bioquímicas de dicha capa afectan a la salud humana y el medio ambiente.

Info: El Ozono (O3) es un elemento muy reactivo y que en contacto con los seres vivos resulta tóxico, provocando daños en los tejidos. No obstante, el ozono en la estratosfera es muy beneficioso y fundamental, porque filtra la radiación ultravioleta conocida como UV-B. Esta radiación causa daños a los organismos al ser absorbida por diversas moléculas, debido a los cambios físico-químicos que induce en las mismas, lo que es perjudicial para la piel y los ojos (quemaduras, cánceres, cataratas) y debilita el sistema inmunológico, además de reducir el rendimiento de las cosechas.

El objetivo de la Convención es el de promover la cooperación entre las naciones mediante el intercambio de información sobre los efectos de las actividades humanas en la capa de ozono. Al hacerlo, los creadores de la Convención esperaban que los formuladores de políticas adoptaran medidas para combatir aquellas actividades responsables del agotamiento de la capa de ozono.

El convenio continúa activo y sus partes se reúnen cada 3 años para la toma de decisiones.

Cabe destacar que en dicho convenio se identificas formalmente, por primera vez, y de manera exhaustiva las sustancias que afectan a la capa de ozono estratosfétrica.

La especial importancia que se da a la investigación en el Convenio que nos ocupa preparó el camino para la acumulación de evidencia científica sobre el impacto de las actividades humanas en el clima y, en particular, sobre el cambio climático. Este convenio y su consecuente protocolo establecieron los principios y mecanismos básicos que posteriormente se emplearían para la lucha contra el cambio climático.

Info: “Es curioso que donde primero se notó el efecto de los compuestos destructores de la capa de ozono fuera justamente en la parte del mundo donde prácticamente no había ninguna emisión de los mismos. Allí, una combinación de procesos químicos (favorecidos por las bajísimas temperaturas, que posibilitan la formación de nubes estratosféricas polares), y del aislamiento de las masas de aire antárticas, favorece una acumulación de cloro y bromo activos (en forma de moléculas de cloro -Cl2 – y de otros compuestos como el ClOH) durante la noche polar. Al empezar la primavera austral en septiembre-octubre, la luz solar descompone estas moléculas, dando radicales cloro y bromo activos, que producen en pocos días la espectacular destrucción del ozono estratosférico sobre la Antártida, conocida como el agujero de ozono. Al avanzar la primavera, el agujero se cierra. Además de este fenómeno se observó una disminución de la cantidad global de ozono (del orden de un 3 % cada década), y la aparición de pequeños agujeros en latitudes altas del hemisferio norte”. Fuente: Ecologistas en Acción

Compromisos

Los compromisos de las partes son principalmente:

  1. Medidas apropiadas: Que las Partes tomarán medidas apropiadas, de conformidad con las disposiciones del presente Convenio y de los protocolos en vigor en que sean Parte, para proteger la salud humana y el medio ambiente contra los efectos adversos resultantes o que puedan resultar de las actividades humanas que modifiquen o puedan modificar la capa de ozono.

    Para ello:

  2. Cooperarán mediante observaciones sistemáticas, investigación e intercambio de información a fin de comprender y evaluar mejor los efectos de las actividades humanas sobre la capa de ozono y los efectos de su modificación.

  3. Adoptarán las medidas legislativas o administrativas adecuadas y cooperarán en la coordinación de las políticas apropiadas para controlar, limitar, reducir o prevenir las actividades humanas bajo su jurisdicción o control que afecten a la capa de ozono

Principios

  1. Investigación
  2. Cooperación internacional en materia jurídica, científica y tecnológica
  3. Transmisión de información

Investigación

Las Partes en el Convenio reconocen que las principales cuestiones científicas son:

La actividad científica relativa a la protección de la capa de ozono incluye:

Sustancias capaces de modificar la capa de ozono

En el Convenio se detallan las sustancias identificadas hasta el momento con potencial para modificar la capa de ozono, que son:

Instituciones

Bibliografía y referencias

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