Peter Lynch

Resumen de su filosofía

  1. Compre sólo lo que conozca y entienda.
  2. No es necesario prever el comportamiento de la economía ni de los tipos de interés.
  3. Siempre hay mucho tiempo para identificar y reconocer compañías excepcionales.
  4. Compre acciones de compañías con buenos directivos, que estén bien gestionadas.
  5. Sea flexible y humilde y aprenda de sus errores.
  6. Antes de realizar una compra, debe ser capaz de explicar por qué está comprando.
  7. Siempre hay algo de lo que preocuparse a la hora de invertir en bolsa.
  8. Invierta a largo plazo y no se preocupe de las fluctuaciones a corto plazo.

2. Invierte en lo que conoces: ventajas del inversor particular

Una de las frases que más repetidamente se han atribuido a Peter Lynch es la de «invierte en lo que conoces». Es decir, antes de decidirte por una inversión, deberías informarte sobre el negocio de la empresa y la forma en que está gestionado.

En este sentido, el propio Lynch ha matizado una y otra vez esta afirmación, para evitar que pueda ser malinterpretada.

No basta con un conocimiento superficial o intuitivo: es necesario una investigación profunda y con criterio acerca de la compañía, el modelo de negocio y sus fundamentales.

En cualquier caso, cuanto más cercana sea la empresa, más probable es que se pueda conocer adecuadamente.

De este modo, Lynch consideraba que los inversores individuales podían tener ciertas ventajas respecto de los gestores profesionales para encontrar oportunidades, al poder explorar el mercado con más libertad y estar sujetos a menos limitaciones legales o a ciertas políticas de empresa.

3. Diversificar, pero con límites

Es famosa la afirmación de Peter Lynch que dice que «las acciones son como los hijos: no tengas más de los que puedas cuidar».

Esto enlaza con lo que acabamos de mencionar en el punto anterior: difícilmente podrás conocer a fondo tus empresas si inviertes en más de las que puedes controlar de forma adecuada.

La diversificación ayuda a reducir el riesgo y, por tanto, es beneficiosa y necesaria. Pero debe tener un límite.

De hecho, Lynch acuñó el término «di-worse-ification» para referirse a aquellos casos en que la diversificación empieza a tener efectos negativos. Y es que, si nos excedemos, podría comenzar a diluirse el rendimiento de nuestra cartera.

4. Value investing: factores clave para invertir en una empresa

La inversión en valor o value investing incide en seleccionar los activos en los que invertir partiendo de su calidad intrínseca.

De este modo, Peter Lynch analizaba, en concreto, los siguientes factores:

  • Rentabilidad o beneficios esperados: para que una inversión pueda ser rentable, el negocio de la compañía debe tener potencial para generar beneficios de forma sostenible.
  • Trayectoria: no solo hay que mirar la «foto fija» en un momento dado, sino analizar la trayectoria de la empresa en un período más amplio. Entre otras cuestiones, Lynch se fijaba en los dividendos, priorizando aquellas empresas que han pagado dividendos crecientes durante un período de unos 20 o 30 años sin interrupciones.
  • Precio: como es lógico, el precio de las acciones es un factor a tener muy en cuenta. En concreto, es deseable que la empresa esté infravalorada por el mercado sin una causa suficiente.
  • Buen modelo de negocio: hay que tener en cuenta el sector en que se mueve la compañía y la viabilidad presente y futura del modelo de negocio que adopta. En cualquier caso, debe hacerse un análisis comparativo con las demás empresas del mismo sector.
  • Deuda: el endeudamiento de la compañía es otro de los aspectos decisivos que analizaba Peter Lynch antes de tomar una decisión de compra o venta, ya que una deuda excesiva puede suponer un gran riesgo para la viabilidad del negocio. -. Ratios: entre los ratios financieros que tomaba en cuenta este célebre gestor, destaca el PER (o ratio de precio-beneficio). Además, también se le atribuye la creación de un nuevo indicador: el PEG ratio (price-to-earnings-growth). Este último le ayudaba a valorar si una acción era cara o barata en función de su potencial de crecimiento. Se calcula dividiendo el PER por la tasa de crecimiento histórica.
  • Otros factores: finalmente, Lynch también tenía en cuenta aspectos como el potencial de la compañía para producir bienes con demanda inelástica (es decir, que dependa poco del precio), las compras de acciones por parte de los ejecutivos, el hecho de crecer dentro de una industria estancada, los spin-offs, etc.

Como puedes ver, la filosofía de «invierte en lo que conoces» conlleva un arduo trabajo de análisis que, en muchas ocasiones, solo está al alcance de los equipos de expertos que tienen las grandes gestoras.

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5. Paciencia y largo plazo

Durante su etapa como gestor, Peter Lynch siempre mantuvo un enfoque claro en el largo plazo. Como él mismo dijo, «se puede perder dinero a corto plazo, pero necesitas del largo plazo para ganar dinero».

En particular, es muy importante dejar correr las ganancias y no precipitarse a la hora de vender: «la gente no tiene paciencia para enriquecerse lentamente, por eso decide arruinarse rápidamente».

Afirmaba también que las acciones suelen ser bastante predecibles en períodos de 20 años, aunque totalmente impredecibles en franjas de 2 o 3 años. Por tanto, el ruido del mercado no debería despistarnos de la visión amplia y general que todo buen inversor tendría que mantener.

De hecho querer anticiparse al mercado es una receta casi segura para el fracaso.

Como Lynch afirmaba, «se ha perdido más dinero preparándose para las correcciones o tratando de anticipar las correcciones, que el dinero perdido en las correcciones mismas».