Introducción

Con el paso de los milenios, la humanidad, entendida como su cultura y civiliaciones, se ha desarrollado enormemente. Inicialmente la mayoría de riesgos para la supervivencia de esta era de origen natural, externos al propio ser humano. Con el desarrollo tecnológico y social, hemos aumentado como especie nuestra capacidad para alterar el medio en el que sobrevivimos hasta el punto de convertirlo en algo completamente artificial, extremadamente alejado de la naturaleza. Esto nos ha aportado grandes beneficios, y entre otros, nos ha permitido progresar cada vez más aceleradamente. No obstante, también ha supuesto la emergencia de nuevos riesgos de caracter antropogénico de los que quizás no seamos del todo conscientes como colectivo o, de serlo, no seamos aún capaces de mitigar sus efectos, menos aún eliminarlos por completo.

El desarrollo del presente artículo pretende ser contínuo, lo iré modificando a medida que mi propia consciencia de los posibles riesgos o las maneras en que se pueden solventar aumenta.

Con el objetivo de maximizar mi capacidad de comprensión de la bibliografía que consulte, antes de comenzar a informarme sobre el asunto y recopilar información, me he dispuesto a plasmar mis opiniones sobre el asunto, sin preocuparme demasiado en los posibles atajos cognitivos o visión incompleta del problema. Se trata de un tema vasto y complejo, el primer paso es la reflexión el uso del sentido común y luego ampliaré o corregiré lo escrito a partir de la evidencia u opiniones de expertos sobre la materia.

Riesgo para la humanidad

Hay que dejar bien claro que cuando nos referimos a “riesgos para la humanidad” en general significa que de darse las condiciones se daría una de las siguientes consecuencias para la humanidad:

Nota: Es posible, incluso probable, que un cambio de paradigma en nuestras sociedades y civilización resulte a largo plazo beneficioso. La cuestión importante es si dicho cambio se realiza paulatinamente o incluso traumáticamente pero de tal modo que permite la progresión; o si por el contrario, se da de tal manera que la civilización cae en un estado de involución, pérdida de conocimiento y capacidad de supervivencia.

Evaluación del riesgo

Definición de riesgo

Sabiendo lo que es un “riesgo para la humanidad” queda pendiente definir claramente lo que es un Riesgo como concepto general. El riesgo es una valoración subjetiva de la importancia de un “evento” que, en caso de materializarse, tendrá consecuencias negativas a nuestros intereses.

En este caso, lo que nos interesa es sobrevivir como especie y mantener una civilización avanzada.

El nivel de importancia de dicho riesgo se suele reflejar con una valoración numérica o cuantitativa (del 1 al 100 por ejemplo) o cualitativa (por ejemplo, Muy alto, alto, medio o bajo).

Dichas valoraciones dependen directamente de dos (2) factores principales, a saber:

  1. Las consecuencias
    • Un riesgo alto, por tanto, implica mayor capacidad para poner en riesgo nuestra supervivencia como especie o el mantenimiento de una civilización humana.
    • Nuestra capacidad de mitigación de los efectos supone un factor de minoración del riesgo. Es decir, si en caso de darse el caso, fuéramos capaces de mitigar fácilmente las consecuencias, el riesgo resultante sería más bajo.

    Ejemplo: Antigüamente el virus de la gripe suponía un alto riesgo para nuestra supervivencia. Con los desarrolos científicos y médicos, en la actualidad, salvo en algunas poblaciones sin acceso a medicamentos, el riesgo es muy bajo.

  2. La probabilidad de ocurrencia
    • Dicho nivel de riesgo puede además graduarse en cuanto a las probabilidades de que se den los posibles efectos adversos. A igualdad del efecto o consecuencias (capacidad para destruirnos) consideraríamos más importantes los riesgos con mayor probabilidad de ocurrencia. Esta graduación nos permite afinar en las estrategias priorizando las medidas de control de los distintos riesgos. No obstante, si sus consecuencias son graves, en caso de materializarse el resultado sería el mismo, es decir, la desaparición de nuestra civilización o la humanidad como especie.
    • Si nuestra capacidad de detección es alta, aumentamos la posibilidades de detección temprana y puesta en marcha medidas mitigadoras de los efectos o de eliminación del riesgo. Esta capacidad de detección, sin embargo, no reduciría necesariamente valoración del riesgo pues depende de si somos capaces de mitigar los efectos o eliminar por completo el riesgo dentro de la “ventana de oportunidad”. Sólo en ese caso afirmativo, la capacidad de detección debería suponer una reducción de la valoración del riesgo.

    Nota: En cualquier caso, estrategias de detección temprana son siempre deseables. En algunos casos, puede darnos margen suficiente para esforzarnos en desarrollar la tecnología que nos permita mitigar los efectos si el periodo o ventana de oportunidad es suficientemente amplio y nuestro esfuerzo suficientemente agresivo. Esto es precisamente lo que ha ocurrido con el cambio climático, auqnue aún está por ver si nuestros esfuerzos serán suficientes y si llegarán a tiempo.

En definitiva el riesgo percibido será más alto a mayor capacidad para destruirnos, más probable sea su ocurrencia y menor nuestra capacidad para mitigar sus efectos.

Consideraciones a tener en cuenta

Resulta de vital importancia evitar ver los riesgos y sus efectos como independientes, pues, aunque la causa raíz provenga de una única categoría, esta puede influir en el resto. El ámbito físico en el que vivimos es un sistema complejo con distintos subsistemas inter-relacionados, algunos se compensan y otros se realimentan.

Resulta por tanto especialmente útil ser conscientes de que, en general, no se trata de un modelo estocástico. Puesto que nuestro conocimiento no es absoluto, siempre existirán unos márgenes de incertidumbre y habrá que tener en cuenta las probabilidades. No obstante hay que tener claro que si un problema nos parece aleatorio es porque en realidad no lo conocemos en profundidad.

Por otro lado, sería un error ver los riesgos y sus efectos como eventos discretos. Todos los sistemas respondel al modelo de causa-efecto, dependiendo de si las causas se dan en mayor o menor medida, en general, lo mismo ocurrirá con sus efectos. Por tanto, suele existir una evolución temporal en los que tanto las causas como los efectos y por tanto nuestra percepción del riesgo aumenta con el tiempo.

Debemos igualmente contar con la noción temporal de simultaneidad de los riesgos para su evaluación. Es decir, que los efectos de más de un riesgo (aunque sean completamente independientes) se pueden dar simultáneamente.

Nuestros capacidad y recursos son limitados. Para cada riesgo que se materialice existirá una ventana de oportunidad, más allá de la cual no se podrá evitar la catástrofe. La valoración del nivel de riesgo y de nuestros recursos disponibles, limitados y por tanto valiosos, aceptan un análisis de optimización o coste de oportunidad. En ciertos casos, se podrá aceptar ciertos costes iniciales antes de actuar en la mitigación, pero esto nunca debería suponer inacción pues hablamos de riesgos reales y con capacidad para eliminar a nuestra especie de la faz de la tierra. Algunos de estos casos pueden incluir la priorización de actuación sobre otro riesgo más urgente o la adquisición de conocimiento suficientes para poder actuar eficazmente.

La propia noción del riesgo es subjetiva, por lo que cualquier sistema de evaluación de riesgos ha de preverlo. Todo sistema desarrollado por humanos es, por naturaleza, imperfecto. Como mínimo heredará nuestros sesgos cognitivos y, seguramente, tendrá otros defectos adicionales por el propio error humano tanto en el diseño del sistema de evaluación como en la adquisición de información que lo alimente. El sistema pues, debe ser “a prueba de errores” y debe contar con un sistema de mejora contínua.

Tentiendo en cuenta lo anterior mejoraremos nuestra consciencia sobre la complejidad a la que nos enfrentamos y así diseñar estrategias y tácticas más eficaces y eficientes. Por ejemplo, no es lo mismo luchar contra un enemigo que contra dos o más simultáneamente. Especialmente si no son independientes y se realimentan, pues el auemnto de los problemas no supondrá un aumento lineal, sino exponencial de los recursos necesarios. Sabiendo que los riesgos y sus efectos aumentan con el tiempo, y que por tanto también la dificultad para contrarrestarlos, una identificación y evaluación temprana de los riesgos, así como una respuesta pronta y eficaz reducirá los impactos y recursos necesarios para combatirlos.

Cooperación

Estamos tratando riesgos para la humanidad, no son cuestiones que deban gestionarse unilateral ni bilateralmente, tiene que ser una cuestión global, todos los estados (al menos con cierta capacidad) han de estar involucrados.

Además tiene que ser una cuestión holística o multidisciplinaria donde se tengan en cuenta todas las fuentes de información, tecnologías, conocimiento y capacidades disponibles. La involucración de toda la sociedad es necesaria igualmente para por un lado lograr los recursos necesarios y asegurar una respuesta ágil.

Por último, la transparencia es otro concepto transversal necesario que permita la adecuada revisión y auditoría público y/o privada, constante y eficaz, de todos los procesos sin excepción para que permita la corrección re fallos o debilidades no detectados previamente.

Existen una serie de cuestiones claves para una gestión del riesgo eficaz, y la cooperación juega un papel relevante:

  1. Fase de planificación
    • Consciencia sobre el problema
    • Planificación y elaboración previa de planes de acción efectivos, pero simples y ágiles.
    • Proceso de mejora continua, revisión actualización y pruebas de efectividad, adaptabilidad y tenacidad mediante simulacros variando las condiciones iniciales.
    • Asegurameinto de recursos y capacidades necesarias
  2. Fase de espera
    • Sistema de detección y alarma temprana
    • Divulgación
  3. Fase de actuación
    • Puesta en marcha ágil de los planes de acción
    • Evaluación de efectividad
    • Toma de decisiones coordinadas pero rápidas de adaptación

Por un lado hay que asegurarse que los procesos de mejora contínua son eficaces, pues se puede aprender de experiencias previas, incluso en casos de pequeña importancia o en cuestiones aparentemente irrelevantes y que si se pierde la oportunidad de aplicar las lecciones aprendidas, las probabilidades de éxito en caso de emergencia no se maximizarán.

Por el otro, hay que tener en cuenta que existen riesgos que aunque la actuación de un estado sea eficaz, la eficacia o ineficacia de la actuación de sus vecinos puede tener influencia directa en los resultados locales y globales.

Ejemplo: En el caso del COVID-19 la mayoría de países fallaron en dar una respuesta adecuada. Como resultado, a comienzos de 2021 ya habían muerto en torno a 3,5 millones de personas. Países como Corea si tuvieron éxito por las lecciones aprendidas durante una crisis previa, la del SARS en 2003, el resto fallaron a la hora de incorporar la experiencia en sus planes de gestión de emergencias. China por su lado, origen del COVID-19 no tuvo un sistema de alarma ágil ni transparente, lo que imposibilitó a otros paises actuar a tiempo. La mayoría de países occidentales fallaron también en el uso de tecnologías de seguimiento que podrían haber puesto en cuarentena a posibles fuentes transmisoras en fases iniciales de la pandemia (cosa que si supo hacer corea o china). Las medidas globales no se coordinaron ni eran homogeneas, poniendo en peligro unos paises a sus vecinos.

Si bien la evidencia científica es la fuente más rigurosa de información, en ciertos casos no debe ser la única. En casos de urgencia, quizás no sea viable que las decisiones vayan por detrás de la creación de suficiente información para que se considere como evidencia clara por parte del colectivo científico. Los líderes políticos y sus consejeros necesitan convertir toda la información disponible en acciones. Si la evidencia aun no es clara, pero la urgencia si, los planes de acción se tendran que decidir en base a tendencias y datos incompletos, posiblemente sin comprender completamente las consecuencias y efectos a los que se enfrentan ni de las medidas a llevar a cabo. Cuanto más información y capacidad de actuación probada tengamos al inicio de una emergencia, menor será la incertidumbre y mayor debería ser la eficacia de las decisiones.

Sesgos cognitivos en la evaluación de riesgos

Una evaluación objetiva de riesgos es parte necesaria de un sistema integral de gestión de riesgos eficaz. Para ello, resulta imprescindible evitar la distorsión en nuestra percepción del riesgo que introducen los sesgos o heurísticos cognitivos que nos afectan inherentemente como especie.

Ejemplo: hoy en día todo el mundo es consciente de que el cambio climático es un grave problema, pero pocos varían sus hábitos. Esperamos que los gobiernos solucionen el problema, sin nosotros sacrificar su comodidad.

Muchos de los sesgos descritos hacen hincapié en la opunión pública, y es que esta debe estar necesariamente alineada con la necesidad de gestionar los riesgos, para que la aplicación de los planes de actuación en caso de necesidad resulten efectivos.

Categorías de los riesgos

Como avanzaba al principio, las causas y efectos de los riesgos suelen estar íntimamente relacionadas por lo que no existe una clasificación puramente exclusiva. Lo más probable es que exista una lógica difusa, debido a la complejidad de los sistemas, y que se compartan más de una categoría en cada tipo de clasificación. En cualquier caso, siempre habrá una que tenga un mayor peso que el resto.

  1. Riesgo para la humanidad por posible
    • Extinción como especie
    • Colapso de la civilización
  2. de naturaleza
    • Antropológico
    • Natural
  3. con origen
    • Espacial
    • Geológico
    • Atmosférico
    • Hidrosférico
    • Biológico

    La biósfera no posee estructura propia, sino que es en ella en la que convergen la Geósfera, Atmósfera e Hidrósfera. En este caso se emplea biósfera como elemento para delimitar los ámbitos en los que se da la vida. Sería equivalente a ecosistemas, hábitats o medio ambiente.

  4. a causa de
    • Destrucción de hábitats
      • por alteración climática de hábitats
      • por alteración biológica de hábitats
        • biodiversidad y declive poblaciones por caza, pesca, tala, etc…
        • especies invasoras de animales, plantas, insectos, hongos y bacterias)
      • por alteración física de hábitats (minería, erosión, agricultura, fragmentación, construcción/urbanización)
      • por contaminación de hábitats (radiológica, nutrientes, termo-química, acústica)
  5. con efectos
    • Directos
    • Indirectos
  6. sobre
    • el clima
    • el ecosistema
    • los Hábitats, biodiversidad y declive poblaciones
    • los recursos naturales y energéticos
    • la seguridad Toxicológica y radiológica
    • la seguridad Biológica
    • la sociedad
    • la tecnología

Bibliografía y referencias

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