Las “10 reglas de oro para la reforestación”

  1. Primero proteger los bosques existentes
  2. Trabajar con la población local
  3. Maximizar recuperación de biodiversidad para lograr multiples objetivos
  4. Seleccionar las áreas adecuadas para reforestación
  5. Emplear la recuperación natural de los bosques cuando sea posible
  6. Seleccionar especies botánicas que maximicen la biodiversidad
  7. Emplear variantes más resistentes que se puedan adaptar al cambio climático
  8. Planificación
  9. Aprender haciendo
  10. Que resulte lucrativo

La reforestación si no se hace adecuadamente puede generar problemas en vez de soluciones. Por ello es necesario que se realice tras una correcta planificación, con recursos y conocimeinto suficiente. Por ejemplo, la correcta selección se semillas para asegurar la diversidad genética de la especie y evitar endogamia.

Generalmente se da mucha importancia al número de áboles plantados y no al numero de árboles que crecen (sobreviven). Los propios donantes o partes involucradas buscan resultados rápidos (irreales) que no tienen en cuenta los periodos normales de desarrollo de las especies que se plantan. Hay que hacer especial hincapié en el mantenimiento de las plantaciones para que se desarrollen. Por ello, no sólo hay que centrarse en plantar sino en otros ámbitos como la recuperación de suelo, especies sinérgicas y recuperación del hábitat en general incluyendo especies animales e insectos.

Bibliografía y referencias

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