Uno de los pilares principales de nuestra democracia es el Partido político. Si buscamos una Democracia de Calidad, necesitamos contar con partidos políticos de Calidad. ¿Que significa de Calidad? y, ¿En qué consiste tal cosa?.

Calidad como concepto

Definición

Se trata de un concepto amplio que puede ser interpretado de distinta manera según el contexto. Se podría resumir la cuestión en dos variantes que se encuentran directamente relacionadas:

  1. Sobre la gestión y los procesos, que serán buenos cuando sean consistentemente efectivos y eficientes.
  2. Sobre un producto o servicio, que será bueno cuando sus características se ajusten a lo deseado en su etapa de diseño y/o que cumpla con las expectativas de los clientes.

Resulta evidente, que difícilmente un producto o servicio será de calidad, si los procesos internos, previos al mismo, no lo son.

Desde un punto de vista político, simplificando mucho la cuestión, podemos decir que:

Por tanto, una política de Calidad será aquella cuyos procesos aseguren que sus productos cumplan los requisitos de diseño (que tengan los efectos deseados) y cumplan también las expectativas de la ciudadanía.

Percepción subjetiva

Queda claro que la Calidad es un concepto muy subjetivo pues su consecusión depende de las expectativas a priori y de la percepción de satisfacción de dichas expectativas a posteriori.

Si las expectativas son bajas al inicio, cualquier medida con efectos positivos mediocres puede percibirse como de calidad. Igualmente, si las expectativas son muy altas al inicio, cualquier medida con efectos positivos puede percibirse como una decepción y, por tanto, de mala calidad. Esta subjetividad resulta paradógica pues puede darse el caso de que peores medidas, desde un punto de vista objetivo, se perciban como de mayor calidad, dadas las bajas expectativas iniciales, que otra con mejores resultados objetivos.

Una de las tareas más difíciles en política es precisamente la gestión de expectativas iniciales, por un lado, y la publicidad/comunicación de resultados objetivos de manera que sean percibidos como satisfactorios por la ciudadanía.

Uno de los factores que influyen en dicha complejidad es el hecho de que los efectos de cualquier actuación no son inmediatos ni generales. Suelen tener efecto retardado y en una porción de la población o sector.

También es posible que buenas medidas, incluso aquellas percibidas como de calidad por la ciudadanía queden en el olvido, ya sea porque no son especialmente llamativas o populares; o porque posteriormente surjen otras cuestiones que la eclipsan en la memoria colectiva. La política, la mala política, usa la distracción continuamente, tanto gobierno como oposición, desviando la atención con el simple propósito de mejorar su imagen pública o empeorar la del contrincante.

Responsabilidad

El concepto de calidad fue concebido en el ámbito empresarial y es aplicable en general a cualquier ámbito de la sociedad. En teoría, si se cumple el estándar se considera que la calidad está asegurada.

Personalmente discrepo completamente con lo anterior. Admitir que si un producto o servicio cumple los requisitos y expectativas es de calidad, sin más condiciones; es como admitir que los medios justifican el fin. Ningún estándar de calidad considera la Responsabilidad como parte integrante del mismo. Por ejemplo, la fabricación de un producto considerado de alta calidad puede generar residuos tóxicos. Quizás otro producto con idénticas características no genera dichos residuos, pero desde el punto de vista de la calidad ambos son equivalentes. En mi opinión no deberían serlo.

Consideremos la política medioambiental como ejemplo ilustrativo de lo anterior. Las políticas verdes europeas son la de mayor calidad del planeta. Hoy por hoy se autoproclama el estándar a seguir. Su propia existencia tiene como motivación ser la impulsara de políticas “verdes” en otros paises fuera de la UE. Y todo lo anterior, es cierto, pero no sin algunas manchas. Las políticas de reciclaje europeas establecen unas codiciones y obligaciones tales que se busca reducir la generación de residuos plásticos en toda la unión. El efecto esperado sería que cerca del 100% de los envases plásticos fueran reciclado o reutilizados. Desgraciadamente, las medidas han tenido una consecuencia no deseada, europa se ha convertido en una de las regiones mundiales que más residuos plásticos exportan a países fuera de la unión. Paises que no reciclan dichos residuos sino que los entierran o los queman sin control.

Ningún ámbito se libra del juicio moral y ético de sus acciones. Por eso existen otros estándares que complementan al de Calidad, son los estándares de Responsabilidad (social, medioambiental o seguridad y salud). La política no es una excepción. Quizás lo que diferencia a la política de otros ámbitos como el empresarial es su fundamento y motivaciones. La ética y moral son el fundamento de la Política. En ningún ámbito el fin debería justificar los medios, pero en política menos aún. Su motivación es hacer el bien común. Dicho bien no puede ser tal cosa si se ignoran sus efectos indeseados (incluso cuando estos afecten a terceros). Si ignoramos tales cosas, seremos en realidad irresponsables e hipócritas.

Si bien la calidad se centra en la gestión, procesos, servicios y productos; la responsabilidad tiene que estar presente igualemnte en todos y cada uno de ellos.

Precursores de la calidad

Hay una serie de factores que influyen en la capacidad de una organización para asegurar la calidad. Quizás sea mejor verlos como requisitos necesarios que deben de cumplirse. A continuación se detallan los más relevantes.

Equipos competentes

Tras los apartados anteriores creemos ha quedado suficientemente clara la necesidad de que la Política ha de ser de Calidad y Responsable, y lo que esto significa. El estándar de oro implica la creación procedimientos, servicios y productos de responsables y de calidad.

Ya sabemos lo que queremos. Lo importante ahora es lograrlo.

Como toda organización, se basa en sus recursos humanos. Todo partido político requiere de ciudadanos comprometidos, que se involucren, que tengan sentido del servicio público, que mejorar las cosas les motive y satisfaga. Sin ellos, ningun proyecto político puede llegar a término, ahora bien, y sin querer ofender ni restar importancia a estas personas, hemos de ser conscientes que a la motivación hay que suplementarla con capacidad.

Hay que saber transformar una idea en un plan de acción eficaz y eficiente. Eso no es fácil. Se requiere de equipos multidisciplinares competentes. Se requiere de colaboración con agentes sociales de todo tipo e ideología, en distintas partes del país e internacionales.

Seamos humildes y reconozcamos que nadie tiene suficiente capacidad para solucionar los grandes problemas. En realidad, ni siquiera los más pequeños. Hay que sacar el máximo provecho de los voluntarios pero seguramente no sea suficiente. Muy posiblemente sea necesario colaborar contractualmente con individuos y empresas que nos ayuden a llevar a cabo algunas tareas.

Debemos afrontar esta tarea con el peor pronóstico posible. Tenemos que prever que fallaremos en el intento. Pensar siempre en el peor caso posible y, con eso en mente, crear los mejores equipos de personas posibles. Buscar talento en cualquier lugar y cooperar la mayor cantidad de expertos, profesionales, asociaciones y empresas posible.

Debemos también de aprender de experiencias pasadas. Nuestros problemas no son especiales, otros pueblos también los tienen y ya se habrán enfrentado a ellos. Analicemos sus circustancias, verifiquemos que son comparables a las nuestras y veamos como se han propuesto arreglar las cosas y que resultado obtuvieron. Apliquemos siempre que podamos el método científico.

Todo ello consume grandes cantidades de recursos. Por ello, hay que asegurar una fuente de financiación estable y suficiente, pero esto es otro tema en el que profundizar más adelante.

En el pasado, y para mi sorpresa, se ha llegado a tildar de manera despectiva a algún partido como “tecnócrata”. De abandonar la ideología en favor de la praxis. No pretendemos eso. Creemos, sin embargo, que es mejor aprovechar el conocimiento y la experiencia tanto profesional como científica para nuestros fines. Antaño grandes ideas han terminado en absolutos fracasos e incluso en calamidades por pecar de soberbia. Todas las ideologías cuentan con manchas de este tipo.

Creemos que el idealismo tiene que ir de la mano del utilitarismo. Se tienen que compensar. Ninguna sociedad es un modelo perfecto en el que aplicar ideas puras y esperar que funcionen como es debido. Hay que adaptarlas para que sus resultados sean los esperados. Toda teoría social y económica son “simples narrativas” hasta que se demuestre lo contrario. Hay que comprobar su veracidad mediante la práctica.

Por eso, debemos huir de todo pensamiento extremo por muy sugerente que nos pueda parecer. Se debe de tener una meta lejana en mente, pero hemos de actuar de poco a poco. Toda medida política tiene el potencial de manifestarse en diversidad de areas, y sus efectos, a veces inesperados, tener impacto en cientos de miles, si no millones, de personas. Por responsabilidad hay que ser comedidos, y basar todo plan de acción en la iteración. En pequeños cambios relevantes secuenciados en el tiempo. Antes de cada nueva medida, tendremos que habernos asegurado que las anteriores han surtido los efectos deseados.

Para ello solo vemos una vía posible, aprovecharnos del conocimiento generado por el método científico, la técnica y la experiencia. Seguir nuestras ideas con recelo. Mantener una actitud crítica con respecto a nuestras propias creencias y obligarnos continuamente a ponerlas a prueba.

Comunicación

Por las características propias de la política, la Comunicación cobra una trascendencia enorme. Una buena comunicación es la base para lograr tres objetivos principales:

  1. Entender las necesidades y reclamaciones de la ciudadanía
  2. Trasmitir a la sociedad las dificultades y logros de las medidas aplicadas.
  3. Coordinación interna

Existen otras tareas que todo partido y político debe realizar a través de una comunicación efectiva, como la gestión del debate público. En muchos casos los partidos manipulan el debate público, y lo enfocan de acuerdo a sus propios intereses. Un partido de calidad, dirige el debate hacia los problemas más urgentes o importantes a los que se debe enfrentar la sociedad.

Todos y cada uno de estos procesos deben de ser contínuos. No pueden limitarse a periodos preelectorales.

Escucha y diálogo activo

La participación ciudadana, la escucha activa y el compromiso con todos los sectores de la sociedad son fundamentales para el buen funcionamiento de un partido político. La comunicación no debe ser unidireccional; debe ser un diálogo abierto y constante.

Se deben de poner en marcha todo tipo de procesos accesibles al público para que dicho diálogo sea efectivo. Algunos ejemplos son:

  1. Consultas Públicas: Los partidos políticos pueden establecer procesos para realizar consultas públicas sobre temas importantes. Esto puede incluir foros comunitarios, audiencias públicas y plataformas de participación en línea.

  2. Encuestas y Sondeos: Los partidos pueden realizar encuestas y sondeos regularmente para entender mejor las opiniones y necesidades de los votantes. Estos datos pueden luego usarse para informar sus propuestas políticas y estrategias de comunicación.

  3. Reuniones con Grupos de Interés: Los partidos políticos deben establecer un proceso para reunirse regularmente con grupos de interés y representantes de varios sectores de la sociedad. Esto puede incluir organizaciones no gubernamentales, comunidades vecinales, sindicatos, grupos empresariales, y otros.

  4. Creación de Políticas: Los partidos deben establecer un proceso de desarrollo de políticas que incluya la entrada de los miembros del partido, los expertos relevantes y, en la medida de lo posible, la ciudadanía en general. Esto podría incluir foros de discusión, talleres de trabajo y otras formas de consulta y participación ciudadana.

  5. Procesos de Reclamos y Sugerencias: Los partidos políticos deberían tener un proceso claro y accesible para que los ciudadanos puedan presentar quejas, sugerencias o comentarios. Esto no solo ayuda a resolver problemas, sino que también puede proporcionar ideas valiosas para mejorar y ajustar las políticas y programas del partido.

Estos procesos ayudan a garantizar que los partidos políticos estén en sintonía con las necesidades y deseos de la gente a la que representan, y que sus políticas y propuestas sean percibidas como relevantes y efectivas.

En todos los casos anteriores las Redes Sociales y Plataformas Digitales tienen un papel vital. Los partidos pueden usar estas herramientas no solo para transmitir su mensaje, sino también para escuchar y responder a los comentarios y preguntas de los ciudadanos.

Información pública

En condiciones ideales, todos los agentes políticos deben asegurar que el foco de la opinión pública se encuentra en los asuntos importantes, y no en lo que interese a cada uno de ellos para su bien particular. Han de conseguir apoyo popular para tratar aquellas cuestiones que consideran importantes. Deben al mismo tiempo evitar la creación de debates que manipulen o distraigan a la población.

Para ello la tarea de cualquier partido en cuanto a comunicación ha de ser triple:

  1. Alertar de debates tóxicos, falaces o manipuladores.
  2. Promover debates serenos, informados y relevantes
  3. Informar con transparencia sobre acciones políticas, detallando las razones para haber seguido un camino y no otro.

Del mismo modo, se deben de emplear los medios a su disposición para que los mensajes lleguen a la mayor audiencia posible, no unicamente a sus seguidores o votantes potenciales. La comunicación debe de ser simple y directa, que capte la atención del receptor y brindarle la posibilidad de informarse en mayor detalle, si es lo que desea, por otras otras vías.

No obstante, cuando la comunicación es unidireccional y el emisor es el propio partido o sus miembros, se debe de adaptar el medio y el mensaje al tipo de receptor deseado. No todos los medios ni técnicas de comunicación son igualmente efectivos para todos los tipos de audiencia.

De conseguir lo anterior se lograría una comunicación Responsable y de Calidad.

Transparencia

Como parte de la comunicación se podría considerar la Transparencia. Cuanta más información sobre las actividades de partidos y políticos exista, más capacidad habrá para valorar sus acciones, sus decisiones y sus motivaciones. No vemos razones de peso para argumentar que exista información, cualquier tipo de información no disponible públicamente. Incluso la relativa a las propias actividades y procesos internos. Especialmente esos. Mucho menos las actividades y procesos públicos, salvo por razones de seguridad nacional.

Posiblemente no genere grandes beneficios al partido, pero si permite un mejor control de sus actividades por parte de la ciudadanía. Una transparencia radical, es una barrera contra comportamientos indeseados.

Recursos suficientes

Los recursos humanos son el pilar de toda organización, no obstante este no podrá mantenerse sin recursos económicos ni medios suficientes.

Sinergias

El término sinergia proviene del griego “synergos”, que significa “trabajar juntos”. En el contexto de una organización, se refiere a la idea de que el rendimiento colectivo de un grupo de individuos o departamentos es mayor que la suma de sus rendimientos individuales. En otras palabras, 2+2 no es igual a 4, sino a 5 o más. La sinergia puede surgir de la cooperación, la coordinación, la integración y la explotación de complementariedades.

La búsqueda de sinergias requiere una actitud abierta y colaborativa, y puede requerir cambios en la forma en que el partido opera. Sin embargo, el potencial para aumentar la eficiencia y la eficacia hace que este esfuerzo sea muy valioso.

Algunas estrategias para encontrar sinergias se basan en:

  1. Colaboración Interna: Dentro de un partido, diferentes equipos y departamentos pueden trabajar juntos de manera más estrecha para compartir recursos y conocimientos. Por ejemplo, el equipo de campaña podría trabajar con el equipo de comunicaciones para crear mensajes coherentes y atractivos.

  2. Alianzas y Asociaciones: Los partidos políticos pueden buscar sinergias a través de alianzas y asociaciones con otras organizaciones. Esto podría incluir otras partes con objetivos similares, organizaciones no gubernamentales, grupos de la sociedad civil y organizaciones internacionales.

  3. Participación Ciudadana: Los partidos pueden encontrar sinergias al involucrar más a los ciudadanos en su trabajo. Esto podría incluir la creación de foros de participación ciudadana, la realización de consultas públicas y la colaboración con grupos de la comunidad.

  4. Innovación Tecnológica: El uso inteligente de la tecnología puede conducir a sinergias en muchas áreas, desde la comunicación y la gestión de campañas hasta la recolección de datos y la administración interna.

  5. Formación y Desarrollo: Los partidos pueden buscar sinergias a través de programas de formación y desarrollo que beneficien a varios equipos o departamentos. Por ejemplo, podrían ofrecer formación en habilidades de comunicación, liderazgo o análisis de datos.

  6. Compromiso con los Grupos de Interés: Los partidos pueden trabajar más estrechamente con grupos de interés y representantes de varios sectores para entender mejor sus necesidades y preocupaciones, lo que puede informar sus propuestas políticas y estrategias de comunicación.

  7. Compartir Mejores Prácticas: Los partidos pueden buscar sinergias compartiendo las mejores prácticas y aprendiendo unos de otros. Esto podría ser dentro del mismo partido, entre diferentes partidos o a través de redes y asociaciones de partidos políticos.

  8. Investigación y Análisis: Los partidos pueden unir recursos para realizar investigaciones y análisis que informen sus políticas y estrategias. Esto podría ser a nivel local, nacional o incluso internacional.

Metodología y sistematización

Hay que minimizar la improvisación. No porque haya que limitar la creatividad, todo lo contrario, sino porque no podemos esperar resultados consistentes a partir de métodos de trabajo distintos y elegidos de manera casual. No sólo se trata de propósito y trabajo duro, sino de inteligencia, de optimización de recursos, de un sistema de trabajo que reduzca la posibilidad de error y aleatoriedad.

Con todo lo anterior hemos ido adelantanto en que se basaría dicha metodología sistemática. En realidad, no se trata de nada original. Básicamente es la aplicación de los principios de gestión de proyectos aplicados a la política. Al fin y al cabo, para cada legislatura los partidos crean sus programas electorales donde describen los distintos proyectos políticos que pretenden llevar a cabo en caso de alcanzar el poder.

Si aplicamos los conceptos anteriores (y alguno adicional que no hemos comentado) para llevarlos a la práctica, obtendríamos algo así como una lista de requisitos que debe de cumplir la metodología de trabajo de todas las áreas de un partido político, es decir, aquellos que siguien los principios de:

Independencia

Cuando tratamos la independencia lo hacemos desde el punto de vista en el que todo político y partido está obligado moralmente a cumplir sus promesas electorales y a ejercer sus funciones libre de presiones externas. Cada representante debería ser absolutamente independiente a la hora de tomar sus decisiones.

Tradicionalmente se habla de la independencia económica, pero hay que dejar claro desde ya, que los partidos y políticos pueden recibir solicitudes de favores o presiones para actuar de una determinada manera sin necesidad de existir una relación económica previa. La financiación no es la única vía de presión o influencia, existen otras mucho más mundanas como relaciones personales, laborales y un larguísimo etcétera. La imaginación es el límite.

En cualquier caso, si no existe absoluta independencia es probable que en algún momento, alguna de las personas o entidades capaces de influir en el partido o sobre políticos individuales puedan pedir que en ciertos casos se actúe de una manera concreta. Si se ceden a estas presiones, es posible que el resultado vaya en contra de los intereses generales, eso no es bueno. Si no es bueno, menos aún podrá ser de calidad.

La independencia absoluta es imposible de conseguir. Se puede, no obstante, llevar a cabo medidas para maximizar la necesaria independencia y controles para mitigar los efectos indeseados de la influencia de intereses externos.

Independencia económica

Hemos tratado la cuestión de la importancia de crear (y mantener) equipos de trabajo competentes. El alcance de cada proyecto, su duración y los recursos humanos disponibles están interelacionados y todos ellos dependen directamente del nivel de recursos económicos de que se disponga.

Como en toda competición, los distintos equipos, entendiendo como tales a los diferentes partidos políticos han de jugar bajo las mismas reglas. Las reglas de financiación han de ser tales que se asegure cierta igualdad de condiciones iniciales y proporcionalidad en base a su representatividad.

El sistema electoral español hace bastante buen trabajo a la hora de asegurar una financiación pública que asegure la operatividad de todos los partidos así como su independencia de otros poderes. La teoría es que si la gran mayoría de su financiación proviene de fuesntes públicas a partir del número de votos recibidos, menos dependencia económica tendrán de otras posibles fuentes de financiación privadas que puedan solicitar cierta reciprocidad. Es decir, que pidan favores a cambio del dinero donado.

dentro del partido. Algunos de ellos son:

Independencia de los representantes

Cuando un partido obtiene el gobierno u alguno de sus miembros ocupa un puesto público de representación, incluso en la oposición, se genera de facto un conflicto de intereses potencial. En cualquier momento los intereses del partido pueden colisionar con los deberes públicos del político, sus promesas o sus propias convicciones. Esto es algo que difícilmente se puede eliminar y que por tanto se debe de gestionar.

Esto está muy relacionado con la dedicación plena de los representantes que comentamos anteriormente. Por un lado, las labores organizativas del partido no deben de recaer en personas que ya cuentan con responsabilidades públicas. Por el otro, el partido debe de permitir que cada representante actúe de acuerdo a sus propias convicciones o promesas.

El partido debe de estar preparado para la inevitable eventualildad en que alguna/s persona/s con poder representativo y ejecutivo actúen de manera discordante a las “directrices del partido”. Debe de existir un proceso y protocolos que permitan gestionar adecuadamente estas situaciones.

Dedicación plena de los representantes

Si queremos que los servicios y productos de los políticos sean de calidad, estos han de ser efectivos en tiempo y forma. No hay mayor importancia que el trabajo realizado para el servicio público y por eso no hay justificación posible a que la dedicación de los políticos a sus deberes de representación no sea plena. estos han de cumplir unos requisitos mínimos deExiste una causística especial, y que actualmente pocos partidos contemplan. El PNV es uno de ellos.

La mayoría de políticos comparten sus tareas institucionales con las propias del partido. Esto es desde nuestro punto de vista inaceptable. Una vez se acepta un puesto público se debe renunciar automáticamente a toda obligación para con el partido político.

Salvo en los casos concretos en los que la remuneración salarial del puesto público no alcance niveles suficientes, cualquier otra relación laboral debe de ser suspendida inmediátamente.

Ambos casos no deberían estar sujetos a opción, sino que deberían tomar efecto de manera automática. En ningún caso esto puede ser causa justificada de despido.

Otros incentivos para la alineación de intereses

Enemigos de la calidad

Al igual que hay factores que promueven la excelencia, hay muchos otros factores que también pueden amenazar la calidad y eficacia en un partido político o cualquier otra organización:

  1. Crecimiento excesivamente rápido: Esto puede ser un desafío para mantener la calidad y eficacia debido a la falta de estructuras adecuadas, la pérdida de control y la dificultad para mantener la cohesión y la cultura organizativa. Hay que tener en cuenta, no obstante, que un crecimiento demasiado lento pone en riesgo la propia existencia de la organización. Por tanto, hay que buscar un equilibrio entre ambos extremos.

  2. Crecimiento sin control: Relacionado con la cuestión anterior está la selección de personal. Aunque en una democracia toda persona tiene el mismo derecho a involucrarse, desde el punto de vista organizativo resultaría contraproducente admitir a cualquier persona sin realizar un mínimo filtrado previo.

  3. Desalineamiento de Objetivos: Si los objetivos de los individuos o de los diferentes equipos no están alineados con los objetivos generales de la organización, esto puede resultar en esfuerzos contradictorios o redundantes y en una falta general de dirección. Si se gestionan adecuadamente los dos primeros factores descritos relacionados con el crecimiento, la alineación de objetivos se facilita enormemente, aunque no se garantiza sin establecer otros procesos complementarios.

  4. Falta de Liderazgo Efectivo: Un liderazgo pobre o inexistente puede dificultar la toma de decisiones, fomentar la confusión y el conflicto, y debilitar la moral y la motivación del equipo.

  5. Comunicación Inadecuada: La falta de comunicación clara y abierta puede llevar a malentendidos, falta de coordinación y pérdida de oportunidades. Esto también puede dar lugar a la desinformación y la desconfianza.

  6. Resistencia al Cambio: Las organizaciones que se resisten al cambio pueden quedarse atrás y no ser capaces de adaptarse a las nuevas circunstancias o aprovechar las nuevas oportunidades.

  7. Falta de Transparencia y Rendición de Cuentas: Sin transparencia y rendición de cuentas, los errores y las malas prácticas pueden pasar desapercibidos y sin corregir, lo que puede dañar la reputación y la eficacia de la organización.

  8. Recursos Insuficientes: La falta de recursos suficientes, ya sean humanos, financieros o materiales, puede limitar la capacidad de una organización para llevar a cabo sus actividades y alcanzar sus objetivos.

  9. Falta de Planificación y Estrategia: Sin una planificación y estrategia adecuadas, una organización puede perderse en su camino, gastar recursos de manera ineficiente y luchar para lograr sus objetivos.

  10. Cultura Organizacional Negativa: Una cultura que no valora la calidad, la mejora continua, la ética y las leyes, el respeto, la diversidad puede llevar a un bajo rendimiento, a un alto nivel de rotación y a problemas legales y de reputación.

  11. Falta de Formación y Desarrollo: Si los miembros del equipo no reciben la formación y el desarrollo que necesitan, pueden no ser capaces de realizar su trabajo de manera efectiva, lo que puede perjudicar la calidad y la eficacia de la organización.

  12. Desalineamiento de Objetivos: Si los objetivos de los individuos o de los diferentes equipos no están alineados con los objetivos generales de la organización, esto puede resultar en esfuerzos contradictorios o redundantes y en una falta general de dirección.

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