Introducción

Las criptomonedas tienen una larga historia, no obstante se popularizaron tras la creación del Bitcoin a finales de 2008. Este artículo no tiene intención de cubrir dicha historia ni descubrir sus fundamentos (aunque se aclara todo lo imprescindible para comprender sus implicaciones), para ello puedes empezar por la Wikipedia y los enlaces que incluyo al final del artículo. Por el contrario, lo que pretendo es articular dentro de mis propias limitaciones algunas de las consecuencias de su adopción. Las mas relevantes, en mi opinión, las relativas al Medio ambiente y los Derechos humanos.

Las criptomonedas en general son una innovación tecnológica que, como tantas otras en el pasado, exponen claramente nuestras debilidades y defectos, tanto individuales como de las sociedades en las que vivimos. Por supuesto, la tecnología en sí no es ni buena ni mala, sino el uso que le demos, y aquí describiré algunos de los usos, reales y potenciales, que traen consigo consecuencias no intencionadas.

Resulta imprescindible en este caso, dejar bien claro que desde mi primer contacto con las criptomonedas en 2012-2013 hasta la actualidad 2021, he cambiado radicalmente mi opinión en más de una ocasión. Es por tanto, mi principal motivación con este artículo establecer un mecanismo con el que poder ordenar y revisar mis opiniones sobre el asunto y quizás más adelante, con carácter iterativo, ampliar, matizar e incluso contradecir lo expuesto inicialmente.

Por último, he de recordarme a mí mismo, que esta entrada en el blog viene inspirada tras escuchar el siguiente, y más que recomendable, Podcast de Intelligence Squared relacionado en general con el cumplimiento de los Derechos humanos, mediante un nuevo modelo, que no depende del Principio de justicia universal - no reconocido en paises como EE.UU., Rusia o China -, sino del desarrollo de leyes nacionales que se han ido promoviendo en distintas naciones. Algunas de las últimas leyes de este tipo están enmarcadas por el caso de Sergei Magnitsky, un abogado ruso que tras exponer casos de corrupción sistémica murió a finales de 2009, tras un año de encarcelación preventiva, donde sufrió continuo maltrato e incluso tortura, presuntamente por las mismas personas que denunciaba.

Usos de las criptomonedas

Como decía inicialmente, las criptomonedas, y Bitcoin como su caso práctico de vanguardia por antonomasia, han supuesto un nuevo salto tecnológico con grandísimo potencial para el desarrollo en distintos campos, que trataré de desgranar a continuación.

Como moneda

El desarrollo de la idea de criptomoneda está directamente vinculado con el movimiento “Cyberpunk” surgido en los años ochenta, que promovía el objetivo de lograr una moneda digital capaz de proteger la privacidad de las operaciones financieras frente al escrutinio de los gobiernos.

La creación del Bitcoin fue publicada en Octubre 2008, mediante un white paper, precisamente en la lista de correos de dicho movimiento. Se anunció como un medio de pago y circulación descentralizado e independiente de los gobiernos nacionales.

Desde entonces las criptodivisas podían convertirse en una solución para millones de personas en el mundo que, dada su situación de exclusión y probable indocumentación, por fin podrían tener acceso diversos servicios financieros que previamente les estaban vedados por no tener acceso a una cuenta bancaria ni pasaporte. Podrían, por ejemplo, enviar y recibir dinero, sin limitaciones territoriales, a gran velocidad y mínimo coste o incluso solicitar financiamiento colectivo o mecenazgo. Es decir, las criptomonedas eliminan a los bancos como intermediarios necesarios y con ello las barreras de entrada al sistema financiero, o lo que es lo mismo, democratizándolo. Ahora es posible el movimiento de dinero entre personas (p2p) y entre negocios (b2b) en distintas partes del mundo, en cuestión de segundos y sin comisiones.

Como cualquier otra moneda, se puede emplear para el comercio y transferencia de dinero o como medio puramente especulativo. Las criptomonedas son diseñadas con un límite de “tokens” posible. Una vez llegado a ese límite simplemente ya no se generan nuevas monedas. Es un misterio para mí lo que ocurriría una vez llegado ese momento, supongo que es ahí cuando el sistema deja de ser útil porque no se podrían validar nuevas operaciones. Lo que es obvio sin embargo, es que hasta que eso no ocurra el sistema se encuentra en un escenario inflacionario forzado, ya que, sea cual sea la demanda, la oferta se sabe limitada. Desde los comienzos de Bitcoin se ha mantenido en una clara tendencia alcista sobre el valor de las monedas, lo que ha generado inmensas ganancias a los primeros adoptantes y otras no desdeñables a los que han ido adquiriendo monedas con posterioridad. Esta es la razón primordial de la popularidad de las criptomonedas y el Bitcoin en particular, que ha cristalizado la idea de que con ellas se consigue dinero fácil, alimentando la avaricia por doquier.

Dicha popularidad a su vez, ha permitido el surgimiento de miles de nuevas criptodivisas, algunas con periodos de vida ínfimos, ya que sus creadores únicamente buscaban el pelotazo inicial, lo que a posteriori ha supuesto pérdidas millonarias a sus usuarios y acarreado litigios por supuesta estafa, con desenlace para mí totalmente desconocidos.

Hay que dejar claro que no todas las “Altcoins”, como se conocen a las criptomonedas alternativas a Bitcoin, son estafas, ni mucho menos, algunas han sido creadas con verdadero espíritu innovador y proponiendo nuevos usos de esta tecnología. Estos casos los veremos más adelante.

Como registro público

Hasta ahora hemos hablado de Criptomonedas que hacen referencia a uno de los usos posibles de la tecnología que en realidad se llama Blockchain o cadena de bloques en castellano.

Otro uso posible, no tan generalizado pero con valor cuanto menos equivalente es el de Ledger o libro de contabilidad. De hecho este uso es el que mejor refleja la naturaleza de la tecnología. Una cadena de bloques no es otra cosa que un registro público, lo que represente cada entrada de dicho registro es lo que determina el “uso” que se le dé. Y su valor estará vinculado a lo que registre. Se puede registrar prácticamente cualquier cosa.

Si pensamos en registros públicos en sentido estricto, a mí personalmente se me vienen a la mente casi de inmediato dos ejemplos, seguro que hay más:

En la actualidad estos registros disfrutan de gran confianza por nuestra parte. No nos planteamos que se puedan perder o que sean manipulados malintencionadamente. Es posible, que en realidad, si conociéramos como se custodian no tendríamos tanta confianza. En cualquier caso, incluso aceptando la absoluta confiabilidad de dichos registros por su inviolabilidad y fiabilidad, tienen tres grandes desventajas:

Teoricamente, las cadenas de bloques pueden solucionar todas y cada una de estas desventajas sin reducir la confiabilidad.

Nota: Ya existen proyectos en los que los propios bancos y empresas de energía están adoptando esta tecnología para gestionar y certificar sus propias transacciones con mayor transparencia y eficacia que sus sistemas clásicos reduciendo además los costes. Existen también iniciativas democráticas como la de Estonia. En este país han conseguido, con el apoyo de esta tecnología, que el 99% de sus servicios públicos estén disponibles de manera online, incluso las votaciones.

Como activo no fungible

Este caso de uso se conoce por NFT. Básicamente lo que significa es que cualquier artículo no fungible, susceptible de ser digitalizado, puede ser guardado en una cadena de bloques. Posteriormente la titularidad de dicho activo puede ser transferida.

En la actualidad se consume mucho entretenimiento en internet a través de los servicios de streaming, que desconozco como pueden ser afectados. Sin embargo, existen otros productos que aún se comercializan en un modo más clásico, como los libros electrónicos.

Cuando uno compra un libro, no recibe porciones a medida que avanza en la lectura (que es lo que ocurre con los servicios de streaming de música y vídeo) sino que recibe una copia digital completa. Esta copia, la podemos manipular, copiar y compartir de manera ilimitada, es decir, la podemos piratear.

El uso de NFTs implicaría que no podrías hacer copias del libro, únicamente lo podrías usar o compartir. Si lo compartes, ya no lo tienes tu y solo la persona a la que se lo has dado podrá leerlo. Es algo muy similar a lo que ocurre con un libro físico de papel, que si se lo prestamos, ya no lo podemos leer hasta que nos lo devuelvan. No se trata de un sistema perfecto, ya que al igual que con el formato papel tendrías maneras de copiarlo. Una foto a la pantalla de tu ebook sería el equivalente a la fotocopiadora actual, nada te impide hacer eso. Sin embargo, en ambos casos, únicamente el que posee la copia original realmente la posee, en el sentido estricto de la palabra, y puede demostrarlo.

Canciones, películas, obras de arte, libros y documentos en general, claves de acceso, son sólo uno de los pocos ejemplos que se me ocurren.

Como contratos inteligentes

El ecosistema de Ethereum fue el que popularizó con su desarrollo esta idea. Básicamente, se puede programar la cadena de bloques para que se comporte de manera autónoma basada en una serie de condiciones previas codificadas en el contrato. Una vez se den dichas condiciones ejecutará las acciones predefinidas también en el contrato.

Un ejemplo real, es el de las DAO, organizaciones capaces de operar de manera autónoma, donde se gestionan sus recursos a través de dichos contratos.

Nota: Existe un caso de éxito muy llamativo, en el que se ha usado la moneda XX.

Consecuencias indeseables

Medioambientales

La adopción masiva de esta tecnología, como uso dinerario, ha generado un problema que podría haber sido fácilmente previsible por quienes conocen bien sus entrañas, pero probablemente desconocida o directamente ignorada la mayoría de usuarios a los que solo importa la utilidad o beneficio que les aporta. Se trata del impacto medioambiental, a través del abismal consumo eléctrico que supone la minería y que aumenta, si no de manera exponencial si muy aceleradamente. En la actividad minera, es de hecho, el consumo eléctrico el principal factor limitante para determinar la rentabilidad. El consumo es tan descomunal que de nada sirve dar cifras, es mejor ilustrarlo con ejemplos que nos ayuden a visualizar su magnitud:

Estimación de consumo eléctrico histórico del Bitcoin 2015-2021 Crédito: Cambridge Centre for Alternative Finance
Distribución global del consumo eléctrico 2019-2021 Crédito: Cambridge Centre for Alternative Finance

Se estima que el consumo anual, del Bitcoin únicamente, supera en la actualidad al de muchos países desarrollados individualmente. A continuación algunas comparativas útiles:

Consumo mundial vs consumo Bitcoin Crédito: Cambridge Centre for Alternative Finance
Comparativa consumo Bitcoin vs naciones Crédito: Cambridge Centre for Alternative Finance

Este problema no se limita al Bitcoin, sino a todo el ecosistema de criptomonedas. Ethereum, la segunda más importante en capitalización también tiene consumos absurdos.

Estimación de consumo eléctrico histórico del Bitcoin 2015-2021 Crédito: Digiconomist

Queda patente que el impacto medioambiental de todo el ecosistema de criptomonedas (compuesto por más de 2300 diferentes) es una dificultad adicional para atajar el cambio climático y la contaminación mundial. No obstante, esta consecuencia negativa puede ser mitigada hasta potencialmente niveles irrelevantes con cambios en los algoritmos de validación de transacciones. El problema actual radica en que los algoritmos actuales se basan en el principio de PoW, que implica ingentes consumos eléctricos. Existen otras alternativas que las criptomonedas pueden adoptar como por ejemplo PoS.

Existen innovaciones en otras criptomonedas en las que dicho algoritmo se basa en PoS, que ya no requieren complejos cálculos, sino que se apoyan

PoW: Este método someramente significa que la validación de transacciones requieren un complejo y costoso cálculo criptográfico, que todos los mineros tratan de hacer simultáneamente y sólo uno “gana”. Luego el consumo eléctrico está directamente relacionado con el número de transacciones y el número de nodos mineros.

PoS: La diferencia con respecto a PoW radica en que se elije a quién debe hacer la validación de la transacción en base a su nivel de participación en el sistema. La consecuencia es que se excluye automáticamente al resto de competencia, y sólo un “nodo” es el responsable de relizar este costoco cálculo, reduciendo el consumo eléctrico en varios órdenes de magnitud. El consumo sigue siendo proporcional al número de transacciones, pero ya no al número de nodos mineros. Por tanto, el consumo se mantiene constante por cada transacción y ya no aumentaría aceleradamente a medida que aumente la adopción de la tecnología.

Socio-económicos y Derechos humanos

Uno de los problemas evidentes es que este sistema, al ser totalmente transparente pero encriptado es que imposibilita a los gobiernos su regularización, abriendo la puerta al uso delictivo con cierta impunidad de la cibermoneda. Esto resultó ser el caso, cuando desde muy temprano se evidenciaron casos de uso para el menudeo de drogas, armas y demás productos ilegales en mercados negros establecidos en la “Darknet”.

Nota:Uno de los casos más famosos fue el de “Silkroad” que no pudo ser desmantelada por el FBI hasta varios años de actividad impune, entre otras razones porque el medio de pago habitual era Bitcoin.

Por su naturaleza, resulta difícil determinar el uso primordial que se le da a la moneda virtual, muy probablemente las mafias, contrabandistas y blanqueadores de moneda encuentran en Bitcoin un medio sin parangón para esquivar al control gubernamental. Es de esperar por tanto, que su uso sea generalizado por estos colectivos.

Precisamente de esto, es lo que trata el Podcast que incluí al inicio. Se ha comprobado que uno de los mejores mecanismos para desincentivar la violación de los Derechos humanos, son las sanciones económicas a los delincuentes, generalmente dictadores y altos cargos políticos u empresariales. Es común que los corruptos muevan sus botines a bancos extranjeros (fuera del control de sus gobiernos nacionales) y disfruten de cierta impunidad. No obstante, el resto de paises tienen capacidad para congelar sus cuentas o dificultar el acceso tanto a crédito como a efectivo, por tanto, aunque hayan acumulado riquezas tendrán dificultad en gastarla a su antojo, al menos fuera de sus paises. Las criptomonedas, en este sentido son un gran aliado para todo tipo de delincuentes. En la actualidad les puede resultar dificil obtener efectivo superior a 2000€ o $10.000 sin estar sujetos a control gubernamental, pero pueden mover millones en forma de Bitcoin sin limitación ni control alguna. Hasta que no se logre de algún modo regular las criptodivisas estas van a suponer un grave riesgo para nuestras sociedades.

Ya ha quedado claro, que el uso de criptomonedas dificulta su control por parte de las autoridades. Esto no sólo tiene efectos nocivos en las sociedades más pobres y menos democráticas. Las sociedades más avanzadas y democráticas, también pueden sufrir sus efectos.

La corrupción generalmente busca aumentar el poder y/o la riqueza, de la que muchas multinacionales ya disfrutan de manera desproporcionada. Un efecto del desarrollo de economías de escala en un mundo globalizado, con acceso unioversal y barato a la energía, y por tanto al transporte, es la deslocalización de muchas de sus actividades, primordialmente la producción. Los controles de calidad, prevención de riesgos laborales y condiciones económicas de los trabajadores en occidente son mucho más rigurosas y costosas que en otras partes del mundo. La búsqueda de reducción de costes es lo que ha motivado precisamente dicha deslocalilzación. El uso de Bitcoin, una vez más, facilita llevar a cabo operaciones opacas, como sobornar a las autoridades locales, para que les permitan llevar a cabo actividades de dudosa moralidad como usar mano de obra infantil.

Los efectos negativos, no obstante, no se limitan a paises menos desarrollados. En occidente ya se emplean las criptomonedas como medio para el blanqueo de capital y evasión fiscal. ¿Que pasaría si su uso se generalizara? No me cabe duda, de que si la mayoría tenemos acceso a dinero opaco, sin que nadie sepa cuánto tenemos, cuánto gastamos, en dónde y cómo; nuestro comportamiento económico y fiscal no se vería tan condicionado por los valores morales. Hay infinidad de ejemplos análogos que ilustran perfectamente que el comportamiento humano se desvía de los cánones morales cuando no está sujeto a “control” por el resto. Cuanto menos veríamos, probablemente, una caída en la recaudación de impuestos que son básicos para costear servicios públicos y, en teoría, costruir sociedades menos desiguales.

Ejemplos: Los casos de corrupción “suave”, como malversación de fondos públicos, el cobro de suplementos en tarjetas black o sobres, e incluso el pago y cobro de servicios sin factura son ejemplos de ello. Cuando pensamos que nadie nos ve, tenemos comportamientos reprobables. Todo ello son ejemplos que pueden representar a la gran mayoría de la población. Todos nos quejamos de la corrupción pero pocos somos capaces de evitar la tentación de pagar alguna que otra factura sin impuestos. Otro gran ejemplo es internet y su efecto anonimizador, las personas cuando interactuan con otras sabiendo que no pueden conocer su identidad se suelen comportar de manera muy diferente.

Nota: No estoy suficientemente informado sobre el campo regulatorio, desconozco si ya se han dado avances en ese campo, ni cuales serían sus límites impuestos por la propia tecnología.

Otra consecuencia indeseable es que, como resultado de la especulación, el valor de estas monedas suele ser muy volátil. Este hecho dicifulta enermomente a aquellos usuarios que quieran darle un uso cotidiano y típico de una moneda estandar. No me imagino a nadie usando Bitcoins para comprar una alimentos, ya lo que en un momento resulta un precio razonable, al poco puede ser irrisorio o carísimo. Esto implica también, que para cualquier mortal sus ahorros almacenados en forma de criptomoneda, pueden pasar de tener cierto valor a prácticamente nada en cualquier momento. La incertidumbre económica que genera frena su adopción como dinero real.

Nota:en el pasado ya se compró una pizza de este modo y no mucho después se convirtió en la pizza mas cara del mundo.

Existe un gran número de “Altcoins” que relacionan su valor directamente con cualquier otra moneda fiat como el USD o EUR. De este modo se pretende evitar la mencionada volatilidad y reducir la incertidumbre. Hasta que no se generalice su uso, es posible que el potencial democratizador de las criptomonedas sólo sea eso, un potencial beneficio que nunca llega a materializarse.

La formación de una DAO puede suponer grandes ventajas para prácticamente todas las partes implicadas. No obstante, se trata de un nuevo modo de organización más anárquica si se me permite. Con esto no quiero decir que cualquiera puede hacer lo que le plazca, sino más bien que no tiene porqué existir una organización predefinida. Pueden establecerse mecanismos que aportarían muchísima agilidad y plasticidad a la organización. El potencial problema que veo con esto, es que las naciones actualmente no estan preparadas (no existe regulación) para este tipo de situaciones. Lo ilustro con un ejemplo; supongamos que una DAO es una empresa, que no tiene empleados. Se podría programar que cualquier persona, incluso sin relacion laboral previa con la empresa, pueda ejercer cualquier funcion u actividad que se requiera en un momento dado. La empresa publicaría en su web las ofertas, no de empleo, sino de actividades y sus requisitos y condiciones. Cualquier persona que cumpliera dichos requisitos podría optar a llevar a cabo dicha actividad, únicamente esa. Se podría ver como una subcontratación hipreflexible y automatizada. Una vez ejecutada con éxito dicha actividad por la persona que el sistema escoja, este le pagaría la cantidad ofrecida inicialmente. ¿Como controlaría el estado DAOs de este estilo? No parece una tarea imposible, pero desde luego supone un reto para la administración.

Otra posible consecuencia de las DAO es que requieren de un código predefinido que, si no me equivoco, posteriormente no se puede modificar. Si el código tiene un error o bug puede ser la ruina de la organización. Si es una organización grande y establecida, sus efectos en la sociedad seían imprevisibles.

Culturales

Quizás en este caso, este rizando el rizo, o estirando demasiado la imaginación. Pero personalmente no me cuesta imaginar un futuro en el que se ha generalizado el uso de documentos digitales a través de cadenas de bloques. Actualmente ya la mayoría de publicaciones científicas se hacen en formato digital, el siguiente paso es relativamente sencillo. Y es posible que la producción literaria digital vaya comiendo terreno a la de papel.

En este caso hipotético, resultaría mucho más sencillo limitar el acceso indeseado a dichas publicaciones. Sería un solución casi perfecta para la protección del derecho de autor y los copyright. Actualmente, el copyright no es una barrera eficaz para la libre circulación de información. Incluso en el ámbito científico, donde el acceso a las publicaciones se obtiene casi exclusivamente a través de revistas especializadas como Nature, existe la posibilidad de acceder a copias pirateadas con mucha facilidad. Como muchas cosas, resulta complicado argumentar si esto es algo bueno o malo, ya que tiene consecuencias reales buenas y malas. Las revistas especializadas y serias realizan un esfuerzo de revisión con valor real para la ciencia, no publican cualquier cosa.

Si aceptamos que el principio de libre acceso a la información es superior y deseable en cualquier caso, entonces tanto el copyright como las patentes son barreras indeseables. Pues bien, ambas tendrían una protección real, en el caso del copyright por primera vez en la historia, lo que dificultaría el acceso de información universal.

Es paradógico, que en la era de las tecnologías de la información, donde incluso las personas mas pobres, sin acceso a servicios básicos como sanidad o educación, si tengan acceso a un terminal con conexión a internet y que a la misma vez, la cadena de bloques, hija de esta era, les pueda impidir acceder a estos recursos educativos e informativos. En cualquier caso, ya se da otra paradoja palpable, y es la desinformación que sufrimos por exceso de ésta.

Inseguridad e incertidumbre

No se vislumbra, en un futuro a corto plazo, que ni el interés, ni la utilidad, ni la adopción de esta tecnología decaiga, más bien todo lo contrario. Todo apunta a que nuevas mejoras e innovaciones, y tanto un aumento de la popularidad como conocimiento generalizado logren incrementar inmensamente la adopción de esta tecnología. Aun queda para que su beneficio real se aproxime a su potencial, pero no me cabe duda que es cuestión de tiempo.

A priori, la fuerza de esta tecnología está en su seguridad y transparencia. Se trata de una tecnología dificilmente hackeable, mucho mas complicado que cualquier otro sistema digital anterior. Resulta poco intuitivo, que precisamente algo que es público y fácilmente accesible sea más seguro, que cualquier otro sistema digital “aislado” de internet, conocido y gestionado por unos pocos expertos, pero así es.

Sin embargo, quiero dejar aquí constancia de un gran riesgo o debilidad que implica el uso generalizado de este y cualquier otro tipo de tecnología. Como ya he dicho anteriormente, los cimientos de las cadenas de bloques son la criptografía. Hasta ahora los avances en criptografía se han mantenido por delante de los avances en potencia computacional, pero es posible que, por primera vez en la historia, esto deje de ser así. Es también cuestión de tiempo, de poco tiempo, que la computación cuántica ponga en jaque a la criptografía actual.

Supongo, que una vez se logre un ordenador cuántico habrán dos fases:

  1. De inseguridad e incertidumbre: Los primeros ordenadores serán muy costosos y complejos. Sólo los desarrolladores tendrán acceso a ellas, aunque ya existen iniciativas para compartir su acceso online.
  2. De democratización cuántica: Ignoro a que ritmo se desarrollarán soluciones económicas y se popularizará su uso, al estilo de lo que ocurrió en los 80 con los PCs.

Imagino que a finales de la primera fase, las grandes instituciones de investigación y desarrollo, las militares o de inteligencia ya contarán con tecnología viable, y esto es lo que precisamente generará “inseguridad” e incertidumbre. Llegados a este punto entiendo que todo lo que se haya almacenado en cadenas de bloques “pre-cuánticas” quedarán expuestas y perderán todo su valor y utilidad. Posteriormente, una vez haya acabado el periodo de transición y ya sea una tecnología asequible, todos estaremos nuevamente al mismo nivel y los nuevos algoritmos criptográficos volverán a ser seguros.

Decentralized autonomous organization

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