Mientras me preguntaba que elementos diferencian a las ideologías Liberales, Comunistas y Anarquistas, pensé que quizás fuera más útil preguntarme que es lo que tienen en común en primera instancia. Sin darme tiempo a profundizar demasiado en dicha cuestión, de manera más o menos intuitiva, identifiqué al “interés general” o “bien común” como un buen punto de partida. A priori, todos sus partidarios defienden que son la mejor manera de asegurarlo.
Para entendernos mejor, a partir de ahora, diferenciaremos los siguientes conceptos:
Interes individual: En este caso nos referimos exclusivamente a los intereses personales que le benefician directamente o indirectamente. Es posible que distintos individuos compartan los mismos intereses individuales. Si son compartidos por la mayoría concide con el interés común y el general.
Interes común: Entendiendo como tales los intereses individuales compartidos con otros individuos o subconjuntos sociales cercanos. Si además favorece al grupo social en su conjunto, coincide con el interés general.
Interes general: A diferencia del interés común, el interés general también responde a criterios de beneficio del grupo social como ente propio. Se supone que lo que es bueno para el propio sistema social, al que un individuo pertenece, en última instancia, también le beneficiará de algún modo.
La relativa simplicidad de la clasificación anterior es en realidad una mera ilusión. La realidad es mucho más compleja por una serie de factores subjetivos.
Por un lado, los miembros de un grupo social no cuentan siempre con la información y capacidad suficiente para determinar cuáles son sus intereses. Es habitual que estos defiendan posturas que en realidad les perjudique. La decisión “perfecta” no existe. No sólo es cuestión de que siempre existen limitaciones de conocimiento y capacidades cognitivas, perpetuando la incertidumbre; sino que en la mayoría de casos tratamos con cuestiones subjetivas. Es decir, que lo que determina la conveniencia depdende en gran medida de las sensibilidades y esquema de valores personal.
Por ejemplo, bajo la “logica” económica, ganar 100€ siempre será mejor que perder 1000€. No obstante, si introducimos valores morales o ecológicos, esto deja de ser cierto si la ganancia económica supone sufrimiento humano, animal o la degradación de hábitats naturales. LLevando al extremo este ejemplo, quizás un científico haya sido capaz de determinar que en un plazo de tiempo relativamente corto un metorito impactará son la superficie terrestre haciendo imposible la vida en el planeta. En ese caso, cualquier alternativa le parecerá irrelevante.
Por otro lado, incluso en pequeños grupos sociales cuando se interpongan los intereses individuales con los generales. En ese caso, los individuos suelen anteponer su beneficio propio a sacrificarse por el interés general.
Finalmente, otros factores pueden ser las diferencias culturales, como ya hemos dicho, de información y capacidades, el foco en distintos plazos temporales, sesgos cognitivos y un largo etcétera.
Si aceptamos que los grupos sociales están formados por miembros heterogéneos con intereses diferentes en multitud de asuntos, resulta evidente que dificilmente se podrá llegar a un consenso de lo que supone el interés general, común e incluso individual. Es decir, existirán conflicto de intereses que de alguna manera hay que solventar para progresar.
La cuestión deriva pues, en Quien/es definen el interés general y Como lo determinan para asegurar un mínimo de eficiencia y eficacia.
Un sistema político se refiere generalmente al de una nación-estado o pueblo, se puede dividir en dos componentes generales básicos, el ideológico y el institucional.
Cuando nos referimos al Liberalismo, Comunismo, Socialismo, Nacionalismo, entre otros, nos referimos en realidad al componente ideológico social y económico. El componente institucional es, en cierta medida, ajeno a la ideología, y lo que lo define son las instituciones políticas que se establezcan y la forma de gobierno. Las Repúblicas, Monarquías o Dictaduras, así como el Anarquismo y la Democracia, entre otros, refieren más bien a este segundo componente. En teoría pueden existir, por ejemplo, tanto las democracias comunistas como las anarquías liberales.
Dicho de otro modo, es el componente institucional y la forma de gobierno en concreto la que determina el Quién y Cómo define el interés de grupo, mientras que el componente ideológico influye en el Qué.
En el caso de grupos sociales de escala inferior, esta teoría sigue siendo igualmente válida aunque en muchos casos no exista una definición ni establecimiento formal de instituciones alguna.
En cualquier caso, los grupos sociales son sistemas complejos, debido a la hetereogeneidad, dinamismo y volumen de agentes que lo componen y resultados de sus interacciones.
Inicio - todo el grupo, consejo de ancianos a medida que las sociedades aumentan en tamaño y complejidad - las élites incluso en caso de la democracia griega era una democracia de élites llegado un punto se llega a una democracia absoluta, pero se limita el poder de decisión a unicamente quienes son la élite q decidiran el resto por nosotros en el futuro - en vez de elegir una élite, quizas se puede elegir según el caso de manera más dinámica o líquida en el futurísimo - quizas se empleen agentes de IA para dicha tarea en el futurisísiimo - será una dictadura de IA o directamente no sea necesario un sistema de elección