Una buena educación no necesariamente es la de los buenos modales, sino la que debiera recibir cualquier persona, que le permita ser una buena persona, útil para la sociedad, pero sobretodo a sí mismo.
El fin de una buena educación, no debe ser únicamente la adquisición de conocimientos, sino la adquisición de habilidades que permita el desarrollo personal y de hábitos que lo potencien. Uno se ve tentado de añadir también que, ha de centrarse en la adquisición de valores con el objetivo de crear buenas personas, sin embargo esto puede resultar secundario o incluso innecesario si se han logrado enseñar las habilidades necesarias, para que la persona elija cuales son sus valores, y se evite de este modo caer en el dogmatismo institucional.
El conocimiento primordial a adquirir es el buen dominio del lenguaje, es la herramienta imprescindible que nos permite aprender e interaccionar con otras personas. Todos vivimos en sociedad, y por tanto requerimos de este para interactuar de manera eficaz con los demás y ser capaces de aprender por sí mismos. Menos importante son los conocimientos morfosintácticos del lenguaje como lo es su dominio práctico - comprensión escrita y habilidad oral.
Son las herramientas que permitan el continuo desarrollo de la persona, con un dominio del intelecto seremos capaces de aprender de manera eficiente, de desarrollar un pensamiento critico que nos aporte independencia, de desarrollar el pensamiento creativo y de saber aprovechar tanto la lógica, los sentimientos y la intuición de modo efectivo que nos aporte una capacidad intelectual holística.
Son el tercer pilar indispensable para que una persona sea capaz de vivir de modo saludable, tanto física como mentalmente. Al fin y al cabo, de nada sirve crear ciudadanos capaces si resultan ser seres deprimidos, indiferentes, apáticos o directamente débiles y enfermizos. La actividad física, por ejemplo, es indispensable para un desarrollo personal equilibrado, vehículo de desarrollo de conductas, donde se aprende a controlar sentimientos negativos, como la ira, la fatiga y el estrés y se potencia el desarrollo de habilidades interpersonales de cooperación, tenacidad y confianza.
La educación mediante experiencias vitales, involucrando a los estudiantes en aspectos reales de la vida cotidiana y permitiendo la prueba y error aportan verdadera libertad y desarrollo personal durante la fase de educación reglada. Tan importante como lo anterior, es que el método anterior de enseñanza cambia el paradigma de educación, haciéndolo más personal, permitiendo que puede tras el periodo reglado, perdurar toda la vida.
Un cambio tan importante en las personas, puede suponer un cambio radical en las sociedades en su conjunto. Una educación que promueva el pensamiento crítico, libre o creativo, puede facilitar la participación ciudadana en la política, evitando que nuestra sociedad degrade y se remedien las grandes desigualdades existentes en la actualidad.